Puede resultar gracioso elevarse en determinadas ocasiones del suelo y contemplarlo todo desde una nueva perspectiva. Otra más, nunca tiene por que ser la verdadera o la correcta, eso lo dejamos para los moralistas teóricos interesados en ver fraguados sus propios intereses en aulas que justifiquen sus acciones. Para el resto de mortales casposos la decisión es sencilla. O nos damos golpes de pecho y acudimos arrastrándonos a representantes de viejas instituciones que nos confirmen nuestro futuro ingreso en el infierno, o intentamos sonreír. ¿Ustedes cual escogerían? Yo personalmente la segunda. Sonreír y gritar. Saltar y si acaso escuchar un par de buenas canciones con una cerveza en la mano. No pienso dejar de hacer nada de lo que me gusta. Y si a ti te molesta, cierra los ojos o evita levantar la mirada y brindarme un mal gesto, por que entonces te arrancaré los ojos evitando el desprecio.
Estoy aprendiendo. Disfruto con lo que hago e intento no tener que guardar demasiados secretos, esperando así que cuando me llegue el momento de no dar cuentas, pueda hacerlo con la cabeza bien alta.
Estoy aprendiendo. Disfruto con lo que hago e intento no tener que guardar demasiados secretos, esperando así que cuando me llegue el momento de no dar cuentas, pueda hacerlo con la cabeza bien alta.
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